Hace diez años, Steve Jobs predijo un futuro en el que surgirían innovaciones revolucionarias de la intersección entre biología y tecnología. Hoy en día, esta visión se está haciendo realidad a medida que los avances en biotecnología reconfiguran las industrias de todo el mundo. Desde la sanidad a la agricultura, pasando por la energía, la biorrevolución moderna se basa en siglos de ingenio humano para aprovechar la naturaleza para producir bienes y servicios.
La convergencia de la ciencia y la empresa en la década de 1970 estimuló el nacimiento de empresas biotecnológicas, impulsando los esfuerzos de investigación y desarrollo. Dispositivos revolucionarios como los secuenciadores de ADN han acelerado el progreso, transformando la biología en una disciplina computacional impulsada por los datos. Hoy en día, el sector de la biotecnología es muy atractivo para la inversión, con empresas que pueblan los mercados bursátiles y start-ups que florecen.
La pandemia de COVID-19 ha subrayado aún más la importancia de las soluciones sanitarias, atrayendo la atención de las grandes economías. Los inversores ven en la biotecnología un importante potencial de ganancias, pero para navegar por este dinámico panorama se requiere diversificación y conocimientos especializados. Mientras la humanidad se enfrenta a urgentes retos globales, la convergencia de biología y tecnología ofrece prometedoras vías de innovación y sostenibilidad. Lea el artículo completo aquí.